Se me tomen unos 15 minutos de paréntesis y me se lean la larga confidencia –que no plasta larguísima- que se curró el Bunny hace ya unos años. Rescatado por el Papagayo Noctámbulo vale la pena leerlo pues es perfectamente vigente.
Munsch mezcla sus recuerdos, extrapola y consigue una ¿aproximación? de aquello que se nos acerca y que nos caerá encima arrasando con nuestros usos, como si fuera el desprendimientp del Dru.
Visionario al estilo Jules Verne, en el 82 bautizó una via como “Panique à Topo City”, Bunny nos ofrece una irónica predicción de futuro.
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Munsch mezcla sus recuerdos, extrapola y consigue una ¿aproximación? de aquello que se nos acerca y que nos caerá encima arrasando con nuestros usos, como si fuera el desprendimientp del Dru.
Visionario al estilo Jules Verne, en el 82 bautizó una via como “Panique à Topo City”, Bunny nos ofrece una irónica predicción de futuro.
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Un amiguete de Utah me manda este arnés “cowboy style” como regalo de jubilación. De la suya.
Le conocí hace años en una feria en Salt Lake City, empezamos con una birras charlando about climbing in Europe y acabamos banderilleando cuernilargos en un rodeo. Nunca más le he visto.
Con dos retoños en Iraq, le noto muy proteccionista por lo de Wall Street -todas sus presas han caído del muro y el congreso no ha aprobado las ayudas para chapas- me cuenta que ha vendido su taller artesanal de arneses swami, que se compra una choza en los
Tetons y se va allí para escalar el resto de su vida. Después de unas disquisiciones sobre su equilibrio mental maltrecho por la pérdida de los papeles del divorcio y lo que le insinúa su psiquiatra, pa’cabarlo d’arreglar, me anuncia que “a true american climber needs a real american harness” y ya que “él sabe” que a menda le gustan estas pijadas de cow-boy-climber y aprovechando la confección de una tirada limitada de arneses de despedida, pos que me manda uno.
Un auténtico LongHorn con su olorcillo a cuernilargo, que aunque no está homologado CE, a mi me da igual porqué lo va a usar mi única hija –luz de mis ojos y garrote de mis oidos- a la que tanto quiero. La piel es fina y el pelaje agradable. Está confeccionado con piel bovina, curtida según una receta india y unos consejos de su hija que brega en una nursery para hijos de los curras de Silicon Valley.
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Pa rematarlo una comparación entre dos problemas alrededor de un mismo nombre. Midnight Lightning.
1º o A/ instrumentar una versión a capela con tu portero a base de una alpargata y un colchón con ruedas o lo que sea.
2º o B/ repetir el tocho del Camp IV por ahí. Dos visiones. Una de un pavo que se la sabe justito. Otra de la Lynn Hill, que ¡anda que no se lo sabe ni ná!
No se me ocurre ni confusamente cual de la dos cosas es más viable.
Le conocí hace años en una feria en Salt Lake City, empezamos con una birras charlando about climbing in Europe y acabamos banderilleando cuernilargos en un rodeo. Nunca más le he visto.
Con dos retoños en Iraq, le noto muy proteccionista por lo de Wall Street -todas sus presas han caído del muro y el congreso no ha aprobado las ayudas para chapas- me cuenta que ha vendido su taller artesanal de arneses swami, que se compra una choza en los
Tetons y se va allí para escalar el resto de su vida. Después de unas disquisiciones sobre su equilibrio mental maltrecho por la pérdida de los papeles del divorcio y lo que le insinúa su psiquiatra, pa’cabarlo d’arreglar, me anuncia que “a true american climber needs a real american harness” y ya que “él sabe” que a menda le gustan estas pijadas de cow-boy-climber y aprovechando la confección de una tirada limitada de arneses de despedida, pos que me manda uno.Un auténtico LongHorn con su olorcillo a cuernilargo, que aunque no está homologado CE, a mi me da igual porqué lo va a usar mi única hija –luz de mis ojos y garrote de mis oidos- a la que tanto quiero. La piel es fina y el pelaje agradable. Está confeccionado con piel bovina, curtida según una receta india y unos consejos de su hija que brega en una nursery para hijos de los curras de Silicon Valley.
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Pa rematarlo una comparación entre dos problemas alrededor de un mismo nombre. Midnight Lightning. 1º o A/ instrumentar una versión a capela con tu portero a base de una alpargata y un colchón con ruedas o lo que sea.
2º o B/ repetir el tocho del Camp IV por ahí. Dos visiones. Una de un pavo que se la sabe justito. Otra de la Lynn Hill, que ¡anda que no se lo sabe ni ná!
No se me ocurre ni confusamente cual de la dos cosas es más viable.
5 comentarios:
La primera es mucho más asequible... pues no especificas si el resultado del experimento ha de ser bueno o malo. Aunque te intentaran linchar los vecinos la prueba estaría superada.
En cambio pa repetir lo otro hay que subirse encima. Y subirnos encima de las cosas que nos gustan (las piedras y las mujeres) a veces no resulta tan fácil como deseamos.
Saludos
Donn, lo del arnés es demasié. El día que te regalen uno de estampado atigrado piensa en mi, por favor... (imagina cuánto me admirarían cuando me dejase caer -en el buen sentido- por las paredes más cool)
tx,
He olvidado describir el fondo de 1º o A; Campo de Marte, debajo un bloque desplomado lo justito,en realidad no es una sola alpargata son dos, el portero no está en el inmueble, más bien por parar las caídas, de ahí el colchón 4wheels.
Mari,
La verdad es que también conozco a unos paquis que hacen balones de fútbol y guantes. Quien sabe si algún día decidirán hacer arneses de piel de tigresa de Bengala.
Cool, sin duda.
- Dile al de Utah que don’t worry, Obama lo va arreglar todo, lo de las prohibiciones del Montsec también.
- Los seventy’s en el camp 4: un buen sitio para ver lucecitas a la medianoche...
No puedo ver el vídeo de la Hill, pero ya me imagino: era buenísima, aunque yo estaré siempre rendido a la Desti-belle.
Hola Piju,
Le he dicho que se haga un reset total y solo piense en escalar (es más fácil decirlo que hacerlo).
Lucecitas y flahsesgordons debían ver. Corre por ahí un libro de la L.H. que cuenta que un invierno cayó una avioneta cargada de hierba en algún lugar del Parque de Yosemite. Y que hubo quien hizo viajes con nieve hasta la cintura para recuperar algún saco.
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