martes, febrero 6

Easy meat

(1984 es la antiutopía o distopía más célebre de todas cuantas fueron escritas …coercitiva: existen métodos más sutiles que los descritos en 1984)

La noche previa a escalar cualquier vía en el reino de Chamonix siempre se me encoge el estomago.
Después de dormir a pie de vía, ahí nos percatamos que habría que luchar con un montón de tipos de toda Europa.
Éramos tres, entramos los segundos, tras unos jovencitos irlandeses –siameses de nacimiento- detrás, doce pollos más.
Íbamos escalando largos, teníamos la oportunidad de conocer a los que nos perseguían en las reuniones y aunque probamos con todos los idiomas que chapurreábamos no conseguimos entendernos, eso sí, nos gorreaban tabaco.
Hartos de que fumaran a nuestra costa, lo vimos claro; casco de motorista, botas de fútbol con los tacos recortados, friends hechos en casa. Eran polacos, hacía dos años de su revolución, el Papa y el ángel de la guarda les protegían.

Llegamos a la bavaresa de sexto grado -cuello de botella- como su grado indica no era fácil y a pesar de los bulos no estaba cosida de clavos.
En nuestro turno recuperamos un friend de los niños de la verde Erín.
Nuestros perseguidores ahora eran un par de guapas chicas galesas, la rutilante Anna-Linn Truder y su amiga Nine Dusts. Iban sólo hasta el bloque empotrado y volvían a la base en el día. Las dejamos pasar, pero quedamos con ellas en el bar Choucas pasado mañana.
A pocos largos del bloque empotrado en un tramo muy mojado uno de los irish boys se dio una leche del copón, llegó más abajo de la reunión en la que estábamos.
Cuando se encaramó al relevo llamaba a su mamá -a pesar de su estilo “clean” como estaba muy “wet” se había cogido a un pitón que se movía- la falta de práctica y la herejía se pagan caras.
Se nos escapó la risa en su cara, no le gustó.
Por fin a media tarde llegamos al famoso bloque empotrado, cenamos con la puesta de sol. Con la pedrada de llevar poco peso, nos quedamos cortos con el papeo, al día siguiente íbamos a comer lo que Clavijo.
Amanece que no es poco, todos a correr.
Los cuatro polacos eran los mejor situados debajo del diedro de noventa metros, pegué un brinco, me puse entre ellos y el primer pitón. Saqué su exprés del clavo y les dije: lliú ar veri eslou, y mientras intentaban entender qué coño les había dicho, yo ya estaba en el tercer paso y mis colegas maldiciéndome por dejarlos solos entre aquellos tíos tan gansos. Tres largos de fisura con mucha madera para quemar.
La cosa salió bien y no los vimos hasta el día siguiente.
Al final del diedro un péndulo para llegar a la “repisa de los alemanes” -la cuerda fija era la misma desde 1962, lo comprobé más tarde hojeando el libro y viendo las fotos sobre el rescate- desde aquí, flanqueo hasta situarnos encima del couloir del pilier Bonnatti.
Buena vista sobre “las flemas de Pedro” como diría un madriles... Enseguida terminamos con lo que quedaba de la oeste clásica y entramos en la cara norte.
Sorpresa!
Nosotros, que nos creíamos tan rápidos, vimos como una cordada desconocida nos pillaba -no sin antes ver al primero darse dos piñazos al flanquear una canalilla- eran ¡malteses! y habían emprendido de madrugada la vía, nos hincamos de rodillas y les dimos paso.

Por fin, poco después del mediodía, encontramos el agujero que pasa a la cara sur.
Desde aquí un montón de rápeles chungos -van cayendo piedras- hasta las Flammes de Pierre, destrepe infinito,
travesía del glaciar –que miedo con zapatillas de deporte- y con la última luz llegada al refu.
“Omelet aux fines herbes” y a sobar.
A la mañana pagamos con una piedra, no teníamos suelto. Llegaron los polacos: ya no había tabaco para nadie, nos despedimos acelerando, teníamos un encuentro al anochecer en el Choucas.

7 comentarios:

PGB dijo...

Pero veu lligar o no al final al Choucas? :P

Deu n'hi do el morraco que tens amb el "llu ar very slou" jejeje

Podries completar el post amb algunes fotos mes, no? Per als que encara tenim molt lluny les grans escalades dels alps ;)

Donn Demetrinco dijo...

Hola Pg,
Lo del Choucas no te lo explicaré, es por el honor de las chicas. Pero si te fijas en sus nombres, que son alias, podrás intuir el porqué del título del post.
Ya lo dice la canción:
//This girl is easy meat
I seen her on the street
See-through blouse an' a tiny little dress
Her manner indiscreet . . . I knew she was
Easy, easy, easy meat
Easy, easy, easy meat
Easy, easy, easy, easy
Easy meat, easy meat, easy meat, easy meat//

En cuanto a lo del “llu ar...”, estaba claro. Habíamos tenido un día entero para controlarlos, eran más lentos que nosotros y se cascaron otro vivac.

K. dijo...

Lo de Nine Dusts me recuerda a este finde, como nos hemos reído diciendo que tal vía era: ROOM MORE más o menos... :) :)

El relato me ha gustado mucho, pero no sé donde encajar la frase inicial de 1984.

¿Me echas un cable?

Donn Demetrinco dijo...

Bueno, en realidad no tiene mucho que ver. O sí, no sé... en principio era para poner fecha al relato.
Luego vi que sí, que hay metodos represivos más sutiles que los descritos en la novela. Como la persecución que sufrimos aquel verano, todos los pobretones que estábamos en el camping salvaje de la Pierre d’Ortaz, por parte de los gendarmes.

Gatsaule dijo...

Osti tu, quina època aquella i quina roca la del Dru. Vaig anar-hi un any abans que tu, però vam enfilar la normal (IV, IV+). Fissures atlètiques una darrera l'altre, un tip de disfrutar.

Encara recordo l'ambient del càmping lliure de la Pierre d'Orthaz, la quantitat de forts que hi havia, l'ambient alpinista, les visites dels gendarmes,... Ens hem fet grans !

Piju dijo...

je, je, l'Anna Linn Truder va tornar a apareixer fa uns anys,... crec per la zona d'Oliana, je, je

Donn Demetrinco dijo...

Si Gats,
Cualquiera que sea la vía que escojas en el Dru seguro que será de alta calidad. Ya se sabe que encontrarás todo tipo de terreno, pero ya sólo con el nombre hay un plus de calidad.
En la Pierre d'O. tuve suerte ese verano, cada vez que había una carga de gendarmes yo estaba en la montaña y la tienda dentro el carro.
En 1981 pillé un desgarro en los abdominales intentando hacer búlder en la Pierre d'O, imitando unos pasos que el AGP le enseñaba al Eric Escoffier y otros macizos del momento.

Piju,
Tú sí que sabes pillastre y el Husa también, Anna-Linn Truder (anal intruder) está por doquier y es practicado universamente, hasta por las gentes más humildes, se trata de bajar la tasa de natalidad y de darle una alegría al cuerpo.